Ha habido una tendencia notable de hombres que lucen una sola uña pintada en público, y la razón detrás de esto es tanto intrigante como noble.
Los hombres eligen pintarse una o más uñas en las manos, y el color que eligen puede variar de persona a persona.
Aunque algunos llevan esto más allá agregando diseños encima del color, el mensaje singular que transmite permanece constante.
Esta tendencia se originó en Australia pero está ganando popularidad entre los hombres estadounidenses.
Durante sus viajes con Hagar International, Elliot Costello conoció a una joven llamada Thea que lo inspiró a pintarse la uña y crear conciencia.
Elliot y su equipo viajaron a Camboya con la misión de tener un impacto positivo en las comunidades locales.
Fue allí donde Thea, una niña pequeña, dejó una impresión duradera en Elliot, quien aprendió sobre un problema generalizado que afecta a los niños en todo el mundo, incluidos los Estados Unidos y no solo en Camboya.
Elliot se tomó el tiempo para conectar con Thea en sus propios términos, aprendiendo sobre su vida y sus luchas.
Pintarse las uñas era una de sus actividades favoritas. Mientras conversaban, ella le pintó una de sus uñas y él correspondió pintándole una de las suyas.
Durante su conversación, descubrió que ella había sido víctima de abuso sexual…
“Mientras ella me pintaba una de las uñas, le prometí que la mantendría así para recordarla a ella y su sufrimiento”.
Este momento emotivo renovó la determinación de Elliot de llevar a cabo un cambio positivo entre los hombres para proteger a los niños del abuso sexual.
Fue entonces cuando concibió la idea del proyecto Polished Man, alentando a los hombres a pintarse una uña durante una semana y convertirse en un #PolishedMan.
Esa única uña pintada representa a uno de cada cinco niños a nivel mundial que experimenta violencia sexual.
Polished Man, una organización dedicada a poner fin a la violencia sexual infantil, afirma que “ser un Polished Man significa desafiar el comportamiento y el lenguaje violentos, tanto local como globalmente”.
Dado que los hombres son responsables del 96% de la violencia sexual infantil en todo el mundo, Elliot concluyó que los hombres deben liderar el cambio si queremos poner fin al abuso de niños inocentes.
El objetivo final no es solo que la gente note a un hombre con una uña pulida, sino que esto genere conversaciones sobre la dura realidad que enfrentan cientos de miles de niños diariamente, afectándolos de por vida.
Elliot espera que la uña pintada sirva como catalizador para discusiones e ideas sobre cómo erradicar el abuso sexual infantil, posiblemente llevando a donaciones para apoyar programas educativos y recursos para jóvenes sobrevivientes de abuso, como señaló APlus.
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